sábado, 7 de junio de 2014

...un prólogo

Nada más leer estos versos en el blog Hermano Mayor, he pensado en el I Ching, y aunque no precisa que se hable sobre él, lo identifica perfectamente:


Éste no es un libro para ser leído,
sino para ser frecuentado,
como un amigo íntimo, secreto. Puede pedirle 
que le sustente, y le sustentará,
que le alumbre, y le alumbrará,
que le conmueva, que juegue, y jugará con usted
al juego más misterioso del mundo,
el del azar que no existe.


Hágale una pregunta, inquieta
o esperanzada, en todo caso íntima,
una de esas preguntas que está más allá de
la inteligencia y que de ordinario se le hace
al corazón con los ojos cerrados. Ábralo 
al azar. Dentro hay alguien que le habla.
No solo le dice cosas
más o menos interesantes, no,
sino que contesta a esa pregunta
que ni siquiera a expresado en voz alta.
Él responde a su manera, a veces
de forma desconcertante. Pero no se sorprenda.
Extrañamente, lo que en él se dice
siempre tiene sentido.


Prólogo al libro "Cuentos de los Sabios Taoístas", de Pascal Fauliot. Paidos Orientalia ISBN 978-84-493-2798-8




Fuente original: Hermano Mayor